miércoles, 26 de marzo de 2008

La alfabetización emocional: el gran reto del siblo XXI

Comentaba Francisco Ortiz en mi anterior post que nuestra civilización está enferma y que necesitamos buscar otras vías, quizás haciendo tábula rasa. Creo humildemente que ya las hemos encontrado y que hay lugar para el optimismo, aunque sea a largo plazo, porque las cosas de Palacio, ya se sabe, van despacio.

Gracias a Howard Gardner y a su teoría de las inteligencias múltiples, entre las que se encuentra la inteligencia emocional, y a la difusión que le dió Daniel Goleman, está quedando ampliamente demostrado que si en otros tiempos la alfabetización a secas era fundamental, hoy la alfabetización emocional, la lectura y la interpretacion de las emociones propias y ajenas, es más importante que las calificaciones escolares en lengua o matemáticas, si anteponemos reducir los niveles de violencia -y un alto porcentaje de la violencia es aprendida- para que una mayoría de ciudadanos vivan en paz consigo mismos y con los demás. En suma, si queremos PAZ.

Pero esperar que sean siempre los padres quienes eduquen las emociones de los niños es tan poco viable como esperar que lo hagan los docentes que no han sido entrenados para ello. Temo pues que necesitaremos bastante paciencia, ya que para poder enseñar a otros esas habilidades personales y sociales es necesario formar a un gran número de docentes y para formar a los docentes se necesitan otros docentes ya formados, lo que requiere una organización y una inversión considerables, además de tiempo, por parte de los gobiernos y autoridades educativas. Claro que, como demuestran las experiencias pioneras, el beneficio neto sería obtener una formación inicial y continuada para desarrollar conceptos, procedimientos y actitudes que permitieran crear un ambiente escolar positivo y estimulante en el que a través de una cooperación activa, se pudieran desarrollar el sentido de la responsabilidad -individual y colectiva- y una comunicación interpersonal eficaz.

Para realizar todas esas actividades sería necesario además buscar formas diferentes de distribuir el tiempo y de organizar el espacio, seleccionar y utilizar nuevos materiales y, especialmente, de agrupar y coordinar a los alumnos, ya que seguirán existiendo acosados y acosadores por lo que serán especialmente importantes las actitudes y aptitudes adecuadas tanto en el trato con los niños como con sus padres.

Otro aspecto prioritario sería el de las actividades, como las competiciones deportivas, fiestas, debates y reuniones, proyectos y talleres durante los que se pudieran implementar programas específicos para el desarrollo de la cooperación, de la empatía, de la asertividad y de la autoestima y en los que se hiciera hincapié en la necesidad de adquirir valores personales como la autodisciplina y el autocontrol, de emociones como la ira, o de impulsos como la agresividad, junto con habilidades que faciliten la comunicación, la resolución de conflictos y la gestión del estrés, incitando con ello el respeto de las normas de convivencia.



La película ANTWONE FISHER, que éstá basada en una historia real me pareció una maravilla. Muestra como un individuo violento va poco a poco aprendiendo a conocerse y aceptarse. Denzell Washington, que la dirigió, hace tambien el papel del terapeuta que le ayuda a ver su propia bondad, a comprender su dolor y su miedo y a canalizar sus instintos agresivos. Toda una obra de arte, que como dijo Washington, puede cambiar la vida de las personas.




  • GARDNER, H. (2001): La inteligencia reformulada: las inteligencias múltiples en el siglo XXI.
  • FERNÁNDEZ, I. (1999): Prevención de la violencia y resolución de conflictos. El clima escolar como factor de calidad.
  • HARTUP, W. W. (1992): Having Friends, Making Friends, and Keeping Friends: Relationships as Educational Contexts.
  • JOHNSON, D., y JOHNSON, R. (1999): Cómo reducir la violencia en las escuelas.
    PERRENOUD, Philippe (2000): Construir competencias desde la escuela.
  • CASTRO SANTANDER, Alejandro (2004): Cuando prevenir la violencia no basta. Ponencia Congreso Iberoamericano de
    Violencias en las Escuelas. Brasilia 2004. UCB/UNESCO.
  • CASTRO SANTANDER, ALEJANDRO : Desaprender la violencia. Un nuevo desafío educativo.
    CASTRO SANTANDER: Analfabetismo emocional.
  • MONJAS, M. I., y GONZÁLEZ, B. (1998): Las habilidades sociales en el currículo. CIDE, Ministerio de Cultura. España.

    recibir actualizaciones por correo electrónico

viernes, 21 de marzo de 2008

Todos somos buenos y malos, todo depende de las circunstancias

El lunes pasado Roy Jimenez Oreamuno publicó en su blog un post, con video incluído, sobre el libro de Melanie Klein La Doctrina del Shock, en el que denuncia que el capitalismo aprovecha las situaciones de catástrofe para imponer su doctrina de forma abominable.

El jueves Franziska publicó tambien un post que encoge el alma denunciando que cada quince segundos muere en el mundo una mujer, degollada, apaleada, quemada, arrojada desde un balcón o un puente, atropellada, tiroteada o ahorcada. Y esos son solamente dos de mis blogamigos. En la blogosfera, y en todos los medios, encontramos cientos de denuncias o noticias parecidas que desatan un torrente de emociones que van desde el dolor, la indignación o el asco, a la tristeza.

¿Cuanta intensidad emocional negativa puede uno soportar día tras día procedente de los medios de información antes de ser invadido por la indiferencia? No lo sé, pero según Robert M. Sapolsky, catedrático de Neurología y Biología de la Universidad de Stanford, pensar continuamente en posibles amenazas o desastres sobre los que no tenemos control crea situaciones de emergencia interna, ansiedad o estrés que existen para resolver emergencias reales. "El corazón late como loco -dice- porque el cuerpo se moviliza para crear la energía necesaria y pasar a la acción al tiempo que se detienen todos los procesos no esenciales". Si la solución del problema no depende de uno mismo todo el proceso que se desencadena en el cuerpo es un desgaste inútil. Quizás por eso muchos de nosotros simplemente evitamos seguir pensando en ello.

Yo no puedo evitar que en esos momentos en que me enfrento a la brutalidad humana me vengan a la mente Phil Zimbardo y el EXPERIMENTO STANFORD, los libros de Eudald Carbonell como EL NACIMIENTO DE UNA NUEVA CONCIENCIA, Antonio Damasio y EL ERROR DE DESCARTES) y otros, que creo que me ayudan a comprender (no justificar, claro está) desde el por qué de las barbaridades de la Inquisición hasta el holocausto, o desde la Doctrina del Shock y las barbaridades de Abu Grahib hasta los malos tratos o el que una mujer impida que su hijo vea a su padre; todas ellas, para mi, "animaladas" de mayor o menor calibre.

Exponerlas todos los días y en todos los medios implica, supongo, enfrentarse a la verdad, pero ¿no se trata solamente de una verdad a medias? ¿No consiste en ver la paja en el ojo ajeno? ¿Que garantías tenemos de no cometer las mismas barbaridades si estuviéramos en las mismas circunstancias? ¿Qué sabemos de esas circunstancias?

Sinceramente creo que la búsqueda de la verdad, sin duda imprescindible para la evolución, pasa antes que nada por conocer la verdad propia porque "ahora que estamos expuestos no sólo a un holocausto, sino a muchos holocaustos en todo el mundo, vemos que TODOS los seres humanos tienen la potencialidad de ser increíblemente virtuosos, individuos generosos y respetuosos con los demás, pero también de convertirse en bestias horribles (Damasio) y porque "necesitamos liberarnos del comportamiento primate más elemental y desarrollar una forma de comportamiento inteligente en el que la cooperación y la distribución de los recursos estén por encima del individualismo" (Carbonell) ya que "aún no somos humanos"sino "primates poco humanizados"(Carbonell).

Sin pasar por esa etapa de auto-conocimiento, auto-aceptación y auto-control, el clamor por la justicia global no creo que pueda ser efectivo porque, puestos en una situación límite, cada uno de nosotros podría ser capaz de "animaladas" abominables, aunque solo fuera por el sentimiento de venganza que todos albergamos, para nuestra propia supervivencia (esto se merece otro post). Un ejemplo reciente: ¿Quien incendió el piso de Barcelona que hemos visto estos días en las noticias? ¿La mujer que iba a ser deshauciada ese mismo día, quizás?

Nadie parece saber hacia donde se dirije la humanidad pero los científicos no se cansan de repetir "que lo importante ahora es desarrollar la razón y olvidarse de las creencias, los mitos y los prejuicios que siguen siendo la esencia del conflicto humano, sea individual, social o político" (Carbonell).

El mundo no está dividido en buenos y malos, ese es el primer prejuicio a olvidar. TODOS somos buenos y malos. Sin ese prejuicio, creencia y mito el experimento Stanford, en el que un grupo de estudiantes maltrataba conscientemente a otro, y por encargo, no habría podido desarrollarse, ni hubiera tenido que ser suspendido para evitar el sufrimiento insoportable de unos (los buenos) y las tropelías inaceptables de otros (los malos) Ver en YouTube (en inglés).

recibir actualizaciones por correo electrónico